Desde vuestra Eternidad
no reparasteis en ver
que os había de ofender
¡Oh mi Señor!
¡Que gran misterio en verdad
este AMOR que me tenéis
pues yo, quisiera saber
¿Que méritos hice yo
para que tanto me améis?
Ya lo se, no me digáis
que aunque mísera criatura
de vuestras manos salí
y tan grande es vuestro AMOR
que complacido me veis …
¡Oh mi Señor!
No permitáis que suceda
que mis ofensas sean graves
pues tanto deseo amaros
que no os arrepentiréis
de haberme puesto las manos…
Porque vos me habéis creado
haced que siempre os ame
que siempre os glorifique
que siempre en vos confíe
y que siempre yo os adore;
para lo cual , yo os pido
ser valiente, ser sincera
parecerme a María Magdalena
ser humilde y ser buena
pues que en mi alma hay pena
de haber pasado unos años
de esta vida que es vuestra
sin acordarme de Vos.
Mas, de aquí en adelante
quiero parecerme a Vos.