¿Quiénes son los hijos del Divino Querer? Son los que viven en la Divina Voluntad
Mateo 7,21: “No todo el que dice Señor entrará en el Reino de los Cielos sino aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos“.
¿Y cuál es la Voluntad del Padre? Que seamos obedientes COMO su Hijo Unigénito Jesucristo que vino No a hacer la voluntad humana sino la Voluntad Divina
Pero ¿Quiénes son los hijos del Divino querer? Aquellos que, asumen que todo lo que les ocurre mientras están en la tierra, es querido o permitido por Dios porque todo es para su bien. Ahí entran todos los problemas, los dolores, las penas, angustias, sufrimientos desengaños, o alegrías etc. pues eso es admitir nuestra cruz que es el Sello del Hijo de Dios, el cual vino a la tierra a enseñarnos el camino del Cielo y nos dijo: “El que no coge su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo” Así pues, sólo quién se asemeja a Cristo en la tierra alcanzará con él el Cielo. Esos tales se fían de Dios, se abandonan en sus manos, confían en él porque reconocen su nada y que tras la cruz, llegarán a la luz, o sea al Cielo para recibir el premio eterno que es la felicidad del alma. Pero.. ¿Qué es felicidad en el alma? Es un gozo de quietud perenne, en el cual se experimenta el Amor de Dios que es gozo sempiterno de aquellos que han hecho la voluntad de Dios. Eso lo han hecho los Santos.
¿Y quienes son los sellados del Apocalipsis 7,3?
Son los hijos del Divino Querer porque adoptan la Divina Voluntad como vida propia y serán sellados en la frente con la tau de Ezequiel 9,1-4 que es la cruz de Cristo o sello de Dios y que místicamente es la Eucaristía dónde están ocultas la Pasión física y mística de Cristo .Esta Señal, la Eucaristía, habla de la Presencia oculta de Dios en un trozo de pan consagrado donde Jesús sufre real aunque misticamente durante 21 siglos de Iglesia católica, mientras que el hombre sigue usando su voluntad humana que le aparta de Dios y no entiende que hasta que no se despoje de su voluntad humana y adopte la Voluntad Divina no será feliz.
Dijo Jesús: “No he venido a hacer mi voluntad, si no la voluntad del que me ha enviado” (la Voluntad del Padre).
Los que viven en la Divina Voluntad sufren en el cuerpo lo que les aconteciere y en el alma, o sea, místicamente por lo que sufre Cristo que es por aquellos que usan su voluntad humana separada de la Divina Voluntad y también sufren por el mal trato que los mismos católicos le están dando a Jesús en la Eucaristía.
Los sacerdotes están puestos por el Señor para salvaguardar el depósito de la fe y ésta, está languideciendo y a punto de desaparecer. De aquí que la Iglesia está dividida. Esta es la señal que dio Jesús: “Un reino dividido en sí mismo, no puede subsistir”. Ello nos dice que la Venida del Señor está muy cerca porque las obras del mal sobreabundan y Jesús viene a deshacer esas obras.
Les dio una señal: “Cuando venga el Hijo del Hombre ¿encontrará FE en la tierra? ¿No es esto hoy una realidad?
Mateo 11,31: “Pero los que confían en Yahvé, renuevan las fuerzas ,echan alas, corren sin cansarse, caminar sin fatigarse”. Esto sólo se entiende que será para los que adoptan como vida la Divina Voluntad.
¿Y cómo se adopta como vida? Haciendo actos continuos para interactuar con su Creador puesto que, si el Creador nos está amando con su Divina Voluntad en cada latido, en cada respiro, en cada paso, mirada palabra etc… diciéndonos : TE AMO,la criatura con el Don dado por Jesús de la Divina Voluntad le debe corresponder con actos continuos de amor para poder intercambiarse Amor, dando amor Divino al Amor Divino de Dios.
Nuestro amor es una gota en el Mar Infinito de Dios pero él nos ama tanto que nos quiere hacer gozar de ése Mar Infinito que es Él. Para ello nos da su Divina Voluntad que abarca todos los tiempos, a todos y a todo; y al unir nuestra gota de amor a su Amor sea decorosa la correspondencia de decirle: Dios mío y Padre mío, Autor de mi vida , recibo tu Amor y te doy tu Amor junto con mi amor porque yo también te amo. Y así cuando vayamos a trabajar, a caminar, a orar, a comer,a dormir o cualquier acto lo hacemos en la Divina Voluntad ; y el Señor, cuando vea en su criatura el esfuerzo de corresponderle, le dará LA GRACIA de vivir en un contínuo TE AMO. Entonces se habrá llegado a la plenitud del ser humano viviendo en el QUERER DIVINO OBRANTE EN LA CRIATURA y el Reino de Dios vendrán a nuestros corazones y se cumplirá el Padre Nuestro porque se hará la Voluntad del Padre en la tierra como en el Cielo. Entonces seremos templo de la Santísima Trinidad y la PAZ REINARÁ porque Cristo estará en todas las almas de BUENA VOLUNTAD.
Pero ¿Cuál es la voluntad buena? La de Dios, puesto que el hombre la tiene buena o mala según su proceder ; de ahí el dicho : “Antes es Dios que los Santos” . Por tanto, todos nuestros actos tienen que ir encabezados por la Divina Voluntad y así diremos por ejemplo : Jesús te amo en tu Divina Voluntad ( en tal acto para que vengas a REINAR con los hijos de tu Divino Querer.